lunes, 6 de julio de 2015

Descubren cómo influyen en el desarrollo neuronal los microARN9

Un modelo de ratón “esponja” permitió determinar in vivo la importancia de esta molécula en el crecimiento de las redes neuronales.

Sebastián Giusti y Damián Refojo.

El equipo de investigación binacional liderado por Damián Refojo, científico del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Biomedicina de Buenos Aires, Instituto Partner de la Sociedad Max Planck (IBIOBA, CONICET-MPSP), desarrolló un nuevo tipo de ratón transgénico que permite estudiar in vivo la función de un tipo especial de pequeños ARNs llamados microARNs -moléculas pequeñas que regulan la expresión genética e influyen en diversas actividades celulares-.

Mediante esta metodología Refojo, quien también es investigador del Instituto Max Planck de Psiquiatría de Munich, y Sebastián Giusti, primer autor del trabajo, publicado en la revista e-Life, observaron por primera vez en ratones vivos que las neuronas sufren una retracción de sus árboles dendríticos si se inhibe la acción del microARN9 (Mir-9) durante el desarrollo cerebral.

“Lo novedoso de este modelo animal es que combina métodos bioquímicos para inhibir microARNs con ingeniería genética en ratones, de modo de poder estudiar en el animal vivo, lo que normalmente se estudia en una placa de cultivo”, explica Giusti.

El funcionamiento del modelo es, en esencia, sencillo: la secuencia de ARN, llamada esponja, es complementaria a los microARN a estudiarse -lo que hace que se adhieran, se degraden y, de este modo, se inhiba su acción-. “Lo interesante es que mediante la incorporación de algunos elementos de regulación génica esta inhibición puede ser controlada en tiempo y espacio, permitiendo por ejemplo que las esponjas sean activadas en un tipo neuronal específico y durante el desarrollo del ratón”, explica Refojo.

En este momento hay laboratorios que se encuentran desarrollando nuevas terapias basadas en microARNs, y esta nueva técnica de evaluación, confía Refojo, “podría ser de mucha utilidad para evaluar la efectividad de estas nuevas terapias en estudios preclínicos”.

Fuente: CONICET